jueves, 16 de agosto de 2012

Ex dirigente de Doe Run, Juan Carlos Huyhua y su esposa ganaban millones de soles

Mientras que el sueldo de los trabajadores de Doe Run permanecía congelado al 2008, el ex presidente y ex gerente general de esa empresa, Juan Carlos Huyhua, cobraba alegremente 63,989 nuevos soles cada mes, recibiendo además en el 2011 más de un millón y medio de soles como “bonificación extraordinaria”.

El conocimiento reciente de estos hechos ha causado una profunda indignación en los trabajadores del Complejo Metalúrgico de La Oroya, según lo dio a conocer Amid Yangali Arrieta, dirigente del Sindicato de la mina Cobriza, al ser entrevistado por una radioemisora de Lima. 

Yangali reveló que los privilegios no sólo eran para Huyhua sino también para su esposa, doña Carmen Zegarra Benavente, que cobraba puntualmente 19 mil soles mensuales, como lo ha podido comprobar la empresa liquidadora al revisar las planillas. 

Ella además viajaba constantemente a los Estados Unidos y los gastos eran cubiertos con dinero salido de las arcas de una empresa que estaba paralizada, como consecuencia de una muy mala gestión de directivos que se habían dedicado a eludir los problemas y el cumplimiento de la ley, en lugar de buscar soluciones. 

El dirigente sindical Yangali reveló que, en los últimos tres años, el dinero para pagar los sueldos congelados de los trabajadores del complejo metalúrgico y las abultadas sumas que percibían Huyhua y su esposa, salía íntegramente de la unidad minera Cobriza. 

Ha habido muchas graves y serias irregularidades que necesitan ser esclarecidas para determinar a los responsables que tanto daño han hecho a la empresa, al pueblo de La Oroya y a los trabajadores agrupados en los cuatro sindicatos del complejo metalúrgico y que fueron brutalmente marginados, aseveró Yangali. Sus denuncias fueron respaldadas por Manuel Rojas Gamboa, también trabajador de Doe Run. 

Ambos destacaron el trabajo eficiente de la empresa liquidadota, que ya logró poner en funcionamiento el circuito de zinc, motivando que el Complejo Metalúrgico de La Oroya nuevamente cobre vida y devuelva la esperanza a la población cercana.

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