El creciente intercambio bilateral entre el Perú y el gigante
asiático permitió retorno histórico.
Beijing (EFE). Las naranjas peruanas,
que como el resto de estos cítricos trazan sus orígenes remotos en China,
regresan ahora a su hogar ancestral, donde esta semana ha llegado al puerto de
Shanghái el primer cargamento que importa la República Popular.
Se trata de la variedad de naranjas Tangelo Minneola y las
mandarinas Murkott, que han emprendido a la inversa un viaje que sus ancestros
tardaron siglos en recorrer.
Según la consejera económico-comercial de la Embajada de Perú en China,
Diana Pita, la exportación hacia China de estas frutas representa “un hito
comercial y refleja el fruto del esfuerzo de varios años de trabajo después de
que se firmó el protocolo fitosanitario en noviembre de 2008 correspondiente a
los cítricos”.
NARANJAS PARA UN ALTO PODER ADQUISITIVO
El consumidor tipo que busca Perú para estas frutas en China es una persona de
alto poder adquisitivo.
“Ellos son los indicados para comprar estas frutas peruanas,
exóticas, que apuntan a lo que es calidad y garantía de seguridad alimentaria.
En base a eso (las naranjas y mandarinas peruanas) entrarían a competir en el
mercado chino, no tanto por su volumen” de importación, agregó Pita.
De acuerdo con las cifras chinas, más de 300 millones de sus
ciudadanos pertenecen a la clase media y alta con un gran poder adquisitivo.
CHINA, POTENCIA EN NARANJAS
China es el cuarto productor mundial de naranjas, por detrás de Brasil, EEUU e
India.
Pero aunque produce estos cítricos entre octubre y marzo, los importa fuera de
temporada, entre abril y septiembre, un plazo que quiere aprovechar Perú, pues
suele exportar de febrero a septiembre.
En 2011, China importó 12,69 millones de kilos de mandarinas
por un valor de 16,28 millones de dólares. En el mismo año compró 171.957 kilos
de naranjas del tipo Tangelo Minneola, por un valor de 272.480 dólares.
PERÚ BUSCA ABRIR MERCADO “NO TRADICIONAL”
Según explicó la agregada comercial, la apuesta de Perú está en abrir mercado a
los productos no tradicionales, como son las frutas o los vegetales,
coincidiendo con el giro del modelo económico chino que apuesta por un
crecimiento de su consumo interno.
Hoy por hoy, el consumo interno chino representa menos del
35% del Producto Bruto Interno (PIB o PBI) de su país, mientras que en EE.UU. esa
cifra ronda el 68%.
Actualmente, China es el principal socio comercial de Perú,
su primer destino de exportación y el segundo origen de sus importaciones.
UN CRECIMIENTO EN EL INTERCAMBIO BILATERAL
En los cinco primeros meses de este año, las exportaciones peruanas a China
crecieron un 16,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior. El
intercambio comercial bilateral aumentó un 18,9% hasta alcanzar los 6.020
millones de dólares, de acuerdo con las cifras oficiales chinas.
En 2010 llegaron a China los primeros contenedores de fruta
peruana, uvas de la variedad “Red Globe” y mangos, una vez entró en vigor el
Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los dos países. En 2011 Perú vendió a
China 15,33 millones de kilos de uva, el equivalente a 42,65 millones de
dólares, y 36.048 kilos de mango, por valor de 69.020 dólares.
UN POCO DE HISTORIA
Las primeras referencias bibliográficas de las naranjas datan del siglo V a.C y
pertenecen al “Libro de la Historia” chino, donde se narra cómo se entregó al
emperador Ta-Yun (siglo XXIII a.C) una cesta de naranjas y pomelos envueltos en
paños de seda como tributo, algo que da una idea del gran valor que se concedía
a estas frutas.
Tras pasar al imperio persa, se cree que marinos italianos
comenzaron a difundir esta fruta en el siglo XI por el Mediterráneo, donde ya
se había hecho popular en el siglo XV.
Llegaron a América de la mano de Cristóbal Colón, que
llevó en sus barcos semillas de naranja y otros cítricos. Para mediados del
siglo XVI, las naranjas ya se cultivaban en América del Sur. Cinco siglos
más tarde, los cítricos peruanos terminan de dar la vuelta al mundo que
iniciaron sus ancestros.
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